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viernes, 26 de septiembre de 2014

¡A transmitir voz!

En la última clase hablamos de cómo era posible superar las dificultades que imponía la curvatura de la Tierra para establecer comunicaciones vía radio.

Hoy nos proponemos estudiar cómo transmitir información vocal. Y esto es nuevo, porque, si hacemos memoria, todo lo hecho hasta ahora ha sido en base a que lo que obteníamos en el receptor eran puntos y rayas, es decir, código morse.

Como queremos transmitir voz, la idea básica es transformar el mensaje vocal en una tensión eléctrica que debe ser análoga a las sobrepresiones que se provocan a la hora de hablar sobre un micrófono. Esto se puede conseguir con un circuito como el siguiente:


Que está formado por un altavoz y un amplificador inversor.

El grueso de la información de una tensión vocal está comprendida entre 300 y 3.4 kHz. Esto quiere decir que, para transmitir información vocal, simplemente hemos de transmitir cualquier sinusoide por encima de 300 Hz y por debajo de 3.4 kHz. Nosotros cogeremos, como frecuencia representativa de ese rango, 1 kHz. 

Pero tenemos un problema: si conectamos un generador sinusoidal de f=1kHz a un monopolo lambda/4, la longitud de onda es de lambda=3·10^5 metros, por lo que lambda/4=75 km. Eso quiere decir que para radiar ondas electromagnéticas asociadas a una sinusoide de f=1kHz, la antena ha de medir 75 km y eso es algo inviable. Entonces, tenemos que, donde está la información (en ese rango de frecuencias entre 300 Hz y 3.4 kHz) no podemos radiar y donde sí podemos radiar, no tenemos información.

Para resolver el problema, hemos de colocar un multiplicador en el transmisor. De esta forma, conseguiremos desplazar la información allí donde es posible radiarla, porque la propiedad nos dice que: 

Donde v1=Vm·cos(2·2pi·fm·t), v2=Vc·cos(2·2pi·fc·t), y fc>fm. 

Las frecuencias podrían ser, por ejemplo: fc=1MHz y fm=1kHz (donde está la info). 

Al multiplicar se genera una sinusoide de frecuencia la suma de las dos y otra sinusoide de frecuencia la resta de las dos, pero que contienen la información del tono sinusoidal que queremos enviar y que, a la vez, son radiables.

El receptor, por su parte, seguirá constando de una antena y una resistencia:
 

Con esto obtendremos  una réplica atenuada de lo que hemos enviado por el transmisor.
Ahora falta es extraer la información. Para ello, lo que es debemos hacer es volver a multiplicar por una sinusoide de la misma frecuencia a la que hemos transmitido la información en el transmisor. Multiplicamos y de nuevo aparece la propiedad de multiplicar las 2 sinusoides:



De esta manera, mediante un filtro paso bajo, es muy fácil eliminar las sinusoides de f=2fc+fm y f=2fc-fm y quedarse con las sinusoides de f=fm. Finalmente, lo único que queda por hacer para recuperar la información es pasar por un amplificador que multiplique por el inverso del factor de escala. 

Sin embargo, este receptor es complicado de hacer, porque hay que saber diseñar osciladores y, además, estos han de ser de frecuencia ajustable por el usuario. Las cosas complicadas de hacer, son caras. Por lo tanto, para que el negocio de la radio marche (esto implica vender muchos receptores), hemos de tener receptores más sencillos y, por ende, hemos de complicar el transmisor.

Para logar simplificar el diseño del receptor, lo que haremos es coger el tono sinusoidal que contiene la información y sumarle una tensión continua, de manera que esté por encima de 0. Seguidamente lo multiplicamos por un oscilador de alta frecuencia y el resultado es este:

 


Podemos observar que ahora en la envolvente de esta forma de onda está la información. ¡Y diseñar un circuito que extraiga la envolvente es muy fácil!

Así pues, la nueva arquitectura del receptor nos queda de la siguiente manera:


Una antena que captura todas las ondas electromagnéticas que pasan por allí; un filtro paso banda sintonizable que nos permite eliminar todas las frecuencias menos aquella en la que estamos interesados en recuperar la información; un amplificador para que eleve las tensiones que captura la antena y permita, de esta forma, un correcto funcionamiento del detector de envolvente; un detector de envolvente; un bloqueo DC que elimina la componente continua y, finalmente, un amplificador y un altavoz.

A partir de las próximas clases, lo que pretendemos hacer es realizar cada uno de estos bloques y obtener el receptor de onda media que nos propusimos como objetivo el primer día.
 
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