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miércoles, 26 de noviembre de 2014

El cristal de cuarzo

Estos últimos días hemos aprendido a diseñar un oscilador donde la frecuencia era fácilmente variable, por ejemplo, modificando el valor del condensador variable, moviendo la separación de las espiras de la bobina e, incluso, mediante la variación de una tensión continúa gracias a la incorporación en el circuito de un condensador que era un diodo polarizado en inversa.

Pero en el transmisor que queremos hacer necesitamos un oscilador donde la frecuencia sea 27 MHz y que sea imposible modificarla. Porque, por ejemplo, una persona que esté en un faro a la espera de la escucha de una señal no va a estar barriendo todo el espectro, sino que esperará recibirla a una frecuencia determinada. Por lo tanto, necesitamos aprender a hacer osciladores cuya frecuencia sea una preestablecida y, además, sumamente estable, es decir, que no dependa de la inductancia de una bobina, ni de la capacidad de un condensador, ni del cambio de la temperatura, ni tampoco del paso del tiempo. Lo que nos va a permitir lograr esto es el cristal de cuarzo

El cuarzo es un mineral muy común en la naturaleza y está compuesto por óxido de silicio (SiO2). Tallándolo en delgadas láminas de unas dimensiones precisas, estableciéndole metalizaciones en las caras opuestas de la lámina y encapsulándolo obtendríamos lo que llamamos un cristal de cuarzo. Tiene una curiosa propiedad llamada “piezo-electricidad”: cuando lo deformamos (presionamos o flexionamos) se rompe la neutralidad de carga y aparece un exceso de carga en un lado y un defecto de carga en el otro. Al soltar, la deformación se va alternando y lo que antes tenía un exceso de carga ahora tiene un defecto de carga y viceversa. Es decir, el simple hecho de modificar la forma del material, hace aparecer cargas eléctricas. En el siguiente experimento vemos que sucede cuando le aplicamos una tensión:
Como la estructura del cristal de cuarzo es flexible, si provocamos una deformación de ese tipo, al soltar se va a producir una oscilación amortiguada y, por lo tanto, la corriente que monitorizamos también tendrá ese mismo aspecto.

Si fuéramos al laboratorio, insertáramos el cristal de cuarzo en un circuito (caja negra) con excitación sinusoidal y tomáramos valores V, I, obtendríamos lo siguiente:

Un posible circuito que tendría este comportamiento que acabamos de ver sería:
Por lo tanto, un cristal de cuarzo lo podemos describir mediante ese bipolo diciendo que Cs << Cp. L y  Cs determinan la frecuencia a la cual la impedancia se hace 0 (cortocircuito) y  L junto con Cp y Cs en serie determinan la frecuencia a la cual la impedancia se hace infinito (circuito abierto).  

Nota 1: El valor de L y el valor de Cs dependen de cómo se ha tallado el cristal de cuarzo y, por lo tanto son inmodificables e inalterables con el paso del tiempo y con el cambio de temperatura.

Así pues, tenemos un dispositivo que especifica que a una frecuencia determinada es un cortocircuito y, además, nos asegura que eso es inalterable. 

Si recordamos, un oscilador es un circuito en lazo cerrado en el cual se identifican dos bloques: uno que amplifica y otro que varía con la frecuencia. Esa estructura es capaz de proporcionarnos una sinusoide de una cierta frecuencia siempre que se cumpla que, al abrir ese lazo, el circuito resultante no tenga desfase entre la salida y la entrada y que a esa frecuencia a la que no hay desfase la amplificación sea mayor que la unidad. Por lo tanto, si en el lazo introducimos un cristal de cuarzo que tenga la fs =27 MHz, la estructura solo oscilará a esa frecuencia, ya que a cualquier otra frecuencia el lazo no estará cerrado.

Para ver  que todo esto es cierto vamos al laboratorio, colocamos el cristal de cuarzo en nuestro oscilador y visualizamos la señal que nos proporciona el analizador de espectros:

El inconveniente con el que nos encontramos ahora es que si la frecuencia del pico de resonancia del LC se ve alterada (por ejemplo, si se le diera algún golpe), el oscilador dejaría de funcionar porque sólo oscila a la frecuencia del cristal de cuarzo. Por lo tanto, tenemos un oscilador frágil y nos gustaría que fuera más robusto para que, por mucho que se degradase el circuito,  siguiera oscilando. Finalmente, esto lo conseguiremos con la siguiente modificación de nuestro circuito:


La clave está en aprovecharse del comportamiento inductivo del cristal de cuarzo, el cual entre fs y fp (separación muy pequeña) se comporta como un inductor cuyo valor se sitúa entre 0 e infinito. Con lo cual, ya no nos hará falta la bobina en paralelo con el condensador porque el cristal asumirá el papel de L y Cv, en paralelo con él, será superfluo. 

Ahora procedemos a hacer un divisor de tensión que no se altere cuando le conectemos un transistor, es decir, con resistencias bajas para que la corriente que circula por él no sea pequeña frente a la corriente base del transistor. Con la fórmula del divisor de tensión tendremos una VB. Si la VB es mayor que la Vγ circulará corriente por el terminal emisor:

Y como:

Así logramos el valor de la corriente de colector que nos interesa y situar el transistor en la zona activa sin que intervenga la B del transistor. 

Nota 2: Colocamos un condensador en paralelo con RE para que cuando se aplique la tensión que queremos que desplace la VBE del transistor, no estropee la polarización (condensador de acoplo: cortocircuito a las frecuencias de trabajo).

El circuito Tank, a la frecuencia de resonancia, se comporta como un resistor (resistencia de colector). Por encima de esa frecuencia, su impedancia tiene comportamiento RC, por debajo, comportamiento RL. Nosotros lo diseñaremos para que su pico de resonancia esté por encima de 9 MHz y por debajo de 27 MHz. Con eso conseguimos que el oscilador deje de ser frágil porque ya no requiere ajustes críticos y, además, que si colocamos un cristal de cuarzo “barato”, se inhiba a 9 MHz la posible puesta en marcha del oscilador, porque a 27 MHz seguro que el circuito tanque se comporta como un RC, pero a 9 MHz no. 

Nota 3: Los cuarzos “baratos” debido al tipo de corte que utilizan cuando los tallan tienen la propiedad de ser un cortocircuito y circuito abierto a frecuencias múltiples de la fundamental. A estos cuarzos se les dice que funcionan en sobre-tono (Over-Tone). 

Por lo tanto, este sería nuestro oscilador robusto (Oscilador Colpitts), a prueba de mal uso y envejecimiento y que oscilará a una frecuencia ligeramente por encima de la fs del cristal de cuarzo.
 
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